No es la luna serena y honda que anda en Tulumba
sino la luna roja, degollada, que yo exalté en Gatuna,
de la estirpe llanera.
Cada año visita el recodo maldito
convocando a un pequeño fantasma solitario.
Es el del muchachito postillón, aún perplejo,
que allí quedó esperando un velorio imposible
desde que Santos Pérez dio otro giro a
desconcertando el rumbo de la sangre.
Allá en
que le hizo larga sombra al arrogante
señorío feudal de Juan Manuel de Rosas,
turbado por el ruido de un folklore dudoso
de cuño comercial y música barata
piensa en el ángel de la escolta,
esa inocencia que no pudo crecer
para mirar como a la vez crecían
la patria y las guitarras,
los puñales, los sueños, el trigo, las chinitas.
La Luna de Barranca Yaco.
El 16 de febrero de 1835, más o menos a mediodía, una
partida de hombres dirigida por Santos Pérez asesinó en Barranca Yaco a Facundo
Quiroga (caudillo de la provincia de La Rioja ), sus acompañantes y escolta. Los asesinos
no tuvieron piedad con sus víctimas. Todos fueron muertos. Los postillones, los
acompañantes y hasta un niño. De la masacre ni siquiera se salvaron los
caballos.
Raúl González Tuñón. (Ciudad de Buenos Aires, 29 de marzo de 1905 -
Ídem, 14 de agosto de 1974) poeta
y periodista argentino. Trabajó en el diario Crítica, un vespertino de los años años 1930, que reclutó a notables escritores de la época
(entre ellos Jorge Luis Borges, Roberto Arlt, Enrique González Tuñón, Carlos de la Púa,Nicolás Olivari), y en el diario "Clarín", donde escribió crítica de artes plásticas y
crónicas de viajes.
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